domingo, 31 de julio de 2011

El 15-M y su importancia en la reorganización de la resistencia popular (II)

Tenía pensado replantear de nuevo el análisis sobre el 15 M y su importancia como movimiento de resistencia de nuevo cuño en el Estado español, pero he encontrado a alguien con mucha mayor capacidad de análisis que yo, y que viene a opinar lo mismo diciéndolo alto y claro, pese a que lo dice tras unas rejas: Lucio García Blanco, preso político comunista, nos ilustra sobre este particular desde el penal de TOPAS en Salamanca. Con él os dejo, un saludo a todxs.


Me ha extrañado que no me comentarais las anteriores mías, y seguro que no me llegó la postal que enviasteis desde Las Alpujarras andaluzas. (…) Yo sigo bien de ánimo y de salud. Hace unos días me sacaron al hospital de Salamanca a hacerme unas radiografías lumbares con el asunto de la artrosis. Se trató de un chequeo ordinario y aún no me han dado el resultado, pero sigo pegándole a la bicicleta estática 3 días a la semana y dándome unos buenos paseos por el patio. (…) ¿Cómo va por ahí la movida del 15-M? (…) y es que los indignados han tomado la calle inopinadamente, hartos ya de la grave situación política y social que venimos sufriendo. Y con todo lo que me llega, hay una idea general de escepticismo del surgimiento y desarrollo del movimiento. Y saco de memoria: “las movidas están dirigidas por revisionistas o troskistas” “no tienen ningún planteamiento revolucionario” “que esas reivindicaciones no valían para nada” etc, etc; pero eso me lleva a reflexionar que la culpa es del propio movimiento político, que no ha influido en las orientaciones para ganar a los elementos avanzados. Se tenía que haber previsto que todo esto iba a ir en esa dirección. Para mí es evidente que aquí en el estado Español, -ya hasta las encuestas del CIS tenían que reconocer que los españoles consideraban como su tercer problema su consideración sobre la clase política- se ha hablado de rechazo al conjunto del régimen, a sus partidos políticos e instituciones. Que no ha tenido el sentido general de hartazgo de la política y de los políticos en el sentido “anarquista” que muchos le adjudicaban y que sí se está dando en otras zonas de Europa. Porque también ha sido más notable el interés de los trabajadores por la Política y su indignación por los recortes salariales... que les venían imponiendo. Pero no se ha valorado que estábamos ante un movimiento de carácter fundamentalmente político que no se ha guiado por meras aspiraciones económicas concretas o el malestar por los recortes sociales. Esto es algo “superior” a las respuestas dadas hasta ahora en otros países europeos y no es ninguna casualidad que los llamamientos de aquí no hayan prendido en otros sitios. Desde el mismo 15-M que salieron a la calle unas 100.000 personas en 60 ciudades, se pudo ver que se trataba de un movimiento espontaneo y no algo manejado por “revis o troskos”, aunque alguno de esos grupúsculos estén entre los propios convocantes y hayan sido una parte de los que elaboraron las primeras consignas. En mi opinión, estos sectores y otros más atrasados del movimiento fueron sobrepasados por decenas de miles de personas a los pocos días, aunque lógicamente ahí están las reivindicaciones reformistas que propusieron y siguen haciendo. Y también hay que tener en cuenta que la protesta no ha tenido el mismo cariz (sobre todo político) en la Plaza del Sol que en los barrios de todo el Estado. Y que viene siguiendo (en general) una línea progresiva de asentamiento y de cierta radicalización. En mi opinión, el movimiento destaca, en primer lugar, por su carácter político de denuncia de la ausencia de derechos y libertades sociales, reivindicando un mayor marco democrático. Claro que no podemos perder de vista su hetereogeneidad, su inmadurez y la debilidad y ambigüedad de sus primeras consignas. Pero tampoco nos puede pasar desapercibido que estamos ante un movimiento espontaneo de masas, algunas bastante avanzadas, y que con el trabajo del Movimiento de Resistencia, de la solidaridad, de los colectivos antifascistas... podemos ir desarrollando la denuncia de la esencia fascista de la llamada reforma política y del propio régimen, e impulsando la demanda de las verdaderas libertades de expresión, manifestación, asociación... la petición de amnistía, la derogación de la ley de partidos, etc. Aquí es preciso que seamos conscientes de que solo se ha dado el primer paso y será necesario un proceso relativamente largo. Un segundo aspecto o característica del 15-M es que, si bien no apunta directamente al sistema capitalista con consignas o reivindicaciones concretas (estamos ante un movimiento espontaneo), sí tiene un amplio componente ideológico y político anticapitalista, así como una gran parte de gente avanzada que ya ve la necesidad de la lucha por lograr el socialismo. Y es evidente que las cosas también pueden ir evolucionando en la dirección de la aceptación progresiva de un programa estratégico revolucionario. La cuestión es que, viéndolo en su conjunto y en sus rasgos esenciales, el 15-M viene impulsando algunos aspectos políticos y orgánicos revolucionarios, lo que sin duda facilitará la conexión de los revolucionarios con dicha gente más avanzada y un paso para un potente Movimiento Político de Resistencia. Me parece que ya se puede afirmar que se ha iniciado un nuevo ciclo o etapa política e ideológica, produciéndose un salto, tanto en la concienciación como en el desarrollo de los métodos de lucha independiente por parte de muchos trabajadores y otros sectores populares. Todo apunta a que se ha superado la resaca que causó la traición del revisionismo carrillista y el hecho de que no se consiguiese forzar la ruptura con el franquismo, con todo lo que conllevó de desencanto, desmoralización, desorganización y pasividad. Pero como se puede apreciar, el movimiento actual recoge también el espíritu y bastantes experiencias de aquella etapa anterior, y es consecuencia en buena parte de la lucha consecuente que ha venido desarrollando el Movimiento Político de Resistencia durante más de 35 años, contribuyendo a desarrollar la actual y grave crisis de Estado. El hecho de que ese movimiento eligiese conscientemente la fecha de las elecciones municipales para literalmente tomar las plazas de nuestro Estado denunciando la ausencia de libertades y derechos democráticos, así como manifestaciones de protesta frente a los parlamentos y ayuntamientos, gritándoles a diputados y alcaldes “que no les representaban”, supone en realidad un boicot activo a la farsa del régimen, de los partidos políticos, de las instituciones, de las elecciones... Una desobediencia civil organizada que apunta a que se va a seguir desarrollando y que, por lo tanto, a medio o largo plazo podría poner al Estado en verdaderos apuros. En ese sentido es realmente positiva la lucha contra los desahucios y los desalojos de viviendas, habiendo frenado unos centenares; las respuestas de barrios como Carabanchel, Lavapiés... parando las redadas policiales contra emigrantes; o los asaltos colectivos a los grandes supermercados para dotar de alimentos básicos a las familias necesitadas. Y las iniciativas en esa dirección siguen extendiéndose. Otro aspecto realmente positivo e importantísimo de todo lo relacionado con el 15-M, es su organización de carácter asambleario, con el desarrollo de los métodos de la lucha independiente, al margen de los cauces de la legalidad vigente, del régimen, de los partidos políticos y de las mafias sindicales. Esto, contribuirá muy favorablemente a dificultar el control policial, la represión del movimiento y facilitará su fortalecimiento, su independencia política y el desarrollo de las luchas. Pero además, también ha sido y será la medicina contra los reformistas de todo pelaje. La cuestión ahora, es que esos métodos de lucha independiente se extiendan al impulso del movimiento sindical, de los círculos obreros. Si se consolida esas líneas, los vendeobreros quedarán totalmente relegados, sin influencia real entre los trabajadores, y la capacidad de lucha de éstos se agrandará. Los de IU, grupúsculos y plataformas de la izquierda reformista, vienen tratando de apoderarse del movimiento para encauzarlo dentro de los márgenes del régimen fascista, limitando las reivindicaciones a una reforma de la ley electoral y poco más. No obstante, como se ha podido comprobar con el abucheo que recibió Cayo Lara cuando protestaba contra el desahucio de una familia, no lo van a tener fácil. Las importantes experiencias que ha vivido el movimiento obrero y popular en nuestro país desde hace 50 años no han sido olvidadas, siguen latentes, con decenas de ejemplos en estos mismos días. Desde el 15-M las masas populares con su lucha han abierto ya un camino en el que han vislumbrado la posibilidad de avanzar en la conquista de sus legítimos derechos, y va a resultar muy difícil que nadie pueda apartarles de él. Así mismo, el agravamiento de la crisis general del capitalismo (de carácter irreversible), favorecerá cada vez más una respuesta de lucha radical y la demanda de cambios profundos y revolucionarios. Y también irá poniendo a la cabeza del movimiento a los elementos más avanzados.

viernes, 22 de julio de 2011

El 15-M y su importancia en la reorganización de la resistencia popular (I)

EL 15-M Y SU IMPORTANCIA EN LA REORGANIZACIÓN DE LA RESISTENCIA POPULAR

Protesta del 15-M Santander frente a la Junta General de Accionistas del Banco Santander

Se ha escrito profusamente sobre el movimiento 15-M, movimiento surgido en todo el Estado español en los dos últimos meses a raíz de las protestas asamblearias y horizontales contra la explotación, la precariedad de la calidad de vida de la clase trabajadora y las reformas antisociales del gobierno,y desde este blog tenía la sensación de que no se podía dejar tal tema (uno de los que mayor impacto ha tenido en la vida política del Estado recientemente) sin tratar debidamente. Máxime cuando he tenido la oportunidad de participar personalmente en el desarrollo y la evolución del movimiento en Santander y Cantabria, motivo, junto a los exámenes y un ritmo de vida algo acelerado, por el que dejé un par de meses de escribir en el blog.

La primera pregunta que debe formularse al respecto es ¿Qué es el 15-M? ¿Qué naturaleza posee dicho movimiento? Para aclararla debemos atenernos tanto a los fines en sí, como a los medios para alcanzarlos, esto es, a la táctica y estrategia concretas del movimiento y las implicaciones que estas poseen en sí mismas. En cuanto a la pregunta de qué es estrictamente el movimiento 15-M, muchas han sido las definiciones aportadas por los numerosos análisis realizados. La más adecuada de ellas,e n mi opinión, es que se trata de un movimiento asambleario, horizontal e interclasista. Las dos primeras características quedan claras si se observa la forma en la que se ha venido organizando y gestionando dicho movimiento, y la última queda clara al realizar el movimiento llamamientos constantes de tipo interclasista, a la ciudadanía sin puntualizar ni especificar a qué sector de esta se refiere ó con los intereses en concreto de qué clase se identifica, aunque si es cierto que posee una afinidad creciente con los intereses de los trabajadores y que formula críticas constantes al funcionamiento del capitalismo español y sus superestructuras (prensa y mass media, organización sociopolítica...). Aún así, el movimiento no hace en su mayor parte referencias explícitas a la defensa del proletariado sino de los "ciudadanos" en términos generales. ¿Cuál es la táctica y la estrategia del movimiento en su globalidad y en su concrección? En la globalidad, se trata de un movimiento que persigue fines mayoritariamente de reforma del capitalismo español con el objetivo de humanizarlo y de defender el llamado "Estado del bienestar" (sic), junto a otras más revolucionarias y alineadas junto a posiciones encaminadas a superar el marco actual en pos de un nuevo orden social más justo. Esto es así y no puede ser de otra forma porque, como en todo movimiento de base amplio "de izquierdas" ( y utilizo esta expresión a sabiendas de que no me siento para nada identificado con ella. Esta definición puede generar cierta controversia, pero es lo más aproximado y realista que se me ocurre. Aunque el movimiento no se considere a sí mismo propiamente "de izquierdas" , si es cierto que se alinea en buena medida con planteamientos (sin ser consciente a veces ó sin decirlo abiertamente) que están en consonancia con las aspiraciones reales de los trabajadores, y contra los intereses de la oligarquía capitalista.

Así pues, de este modo hemos realizado una aproximación a la naturaleza general del movimiento 15-M en el Estado español. Además de ello en sucesivas entradas procederemos a clarificar su rumbo, su naturaleza y su situación concreta actual, así como una posición personal respecto al mismo.

lunes, 18 de julio de 2011

Una posición sobre Libia (II)

Retomo el blog tras un par de meses inactivo debido a exámenes y otros avatares de la vida que no siempre dejan a uno tener tiempo para lo que necesita y quiere. Como lo prometido es deuda, continuaremos con el artículo sobre Libia, aunque habrá, de lo ocurrido estos meses a nivel internacional y estatal aquí mucho de lo que hablar y contar.


En la primera parte del artículo presentamos unas ideas generales sobre Libia y su caracterización geográfica, política, económica y en cuanto a posición en la política internacional. Queda ahora tiempo y margen para el análisis de las diversas opiniones suscitadas y plasmadas en lo que a su conflicto civil interno se refiere, que en el campo revolucionario son fundamentalmente dos : El apoyo incondicional al gadafismo y el rechazo a la intervención militar de la OTAN, ó bien este mismo rechazo a la intervención combinado con un programa de reformas y la salida por la puerta de atrás del propio Gadafi. Estas dos líneas han convergido de forma encarnizada en toda clase de foros de debate de la izquierda mundial, suscitando, como casi siempre, enconados debates y acusaciones mutuas, ya se sabe "imperialista", " contrarrevolucionario", y otros preciosos epítetos que tanto adoran como arma arrojadiza quienes de argumentos van más bien justos. La cuestión fundamental es, no obstante, ¿Qué se esconde detrás del conflicto libio? y además de esta ¿Qué caracterización hacemos del gobierno de Gadafi? La respuesta a estas dos preguntas debería otorgarnos un punto de partida para un posicionamiento sobre el conflicto, así que las contestaremos sucesivamente.

En primer lugar, debemos caracterizar el conflicto en sí mismo: En este punto es donde surgen las primeras divergencias en cuanto a los posicionamientos a favor y en contra del gobierno libio, ¿Se trata solamente de una guerra provocada y alentada desde el exterior por las potencias de la OTAN, y por lo tanto de un conflicto en clave nacional, ó existen condicionantes de clase que han impulsado dicho enfrentamiento civil armado? Obviar los componentes de clase de la rebelión libia es tan vulgar como obviar el evidente papel de agitadores y de acelerante del incendio que han jugado los imperialismos occidentales. No obstante, no he escuchado a nadie descartar esto último, y sí a bastante gente pretender dejarnos claro de forma cansina que "la rebelión no responde a ningún condicionamiento clasista" puesto que Libia es algo así como un Estado socialista paradisíaco en el que ya no existen las clases sociales ni las influencias de la existencia de estas clases sociales en el pasado (!). ¿Por qué se origina una revuelta en Libia al mismo tiempo que en otros Estados de Oriente Medio y Próximo, como Siria, Jordania, Túnez y Egipto, coincidiendo con una subida inflaccional del precio de los alimentos de un 38%, y con una subida del precio del petróleo (del que estos países son grandes productores, de un 46%, si no tiene ningún componente de clase? ¿Puede como marxista negarse que en toda revuelta y conflicto intranacional existen fundamentos de clase, sean cuales fueren estas clases, y se enfrentan entre sí por intereses contrapuestos? Sostener una respuesta afirmativa a estas dos preguntas sólo puede ser profundamente antimarxista. Evidentemente, la revuelta libia respondió, desde un principio, entre otras razones, al hundimiento del nivel de vida de los países norteafricanos, que han visto todos ellos como la inflacción y el desempleo devastaban sus economías y borraban la posición de prevalencia que tenían frente al resto del continente más poblado de la Tierra exceptuando a Sudáfrica. Irónicamente, la subida del precio del petróleo no se ha traducido en una mejora de la calidad de vida de la población árabe sino que ha encarecido su propio nivel de vida, muchas veces dependiente del uso del automóvil para el trabajo en países como Egipto, Libia ó Siria, mal comunicados y peor regulados vialmente hablando, pero que están acostumbrados a disponer de todo el combustible necesario a precios ridículos durante las décadas de los 60 y 70. Las políticas neoliberales y la privatización masiva del sector (sí, también en Libia donde BP controla el 63% de las exportaciones) han provocado que esa subida de los precios "rebote" contra la propia población de los estados árabes, que pagan su petróleo igual de caro a su propia oligarquía que los ciudadanos de Occidente, que obviamente disponen de un poder adquisitivo mayor.

En cuanto a los alimentos, la FAO señala inequívocamente en su informe de este año sobre la inflacción de los precios agrícolas lo siguiente:

A. VALORACIÓN BREVE DE LOS DESARROLLOS RECIENTES
6. Los precios de los productos agrícolas aumentaron bruscamente en 2006 y 2007 y
continuaron subiendo de forma más marcada todavía durante el primer trimestre de 2008.
Aunque el índice de precios de los alimentos de la FAO creció de media un 8 % en 2006
frente al año anterior, se incrementó en un 24 % en 2007 en comparación con 20061.
Actualmente, el aumento del promedio del índice del primer trimestre de 2008, frente al
primer trimestre de 2007, se sitúa en el 53 %. Los aceites vegetales, que se encarecieron
de media en más del 97 % durante el mismo periodo, encabezan la subida continuada de
los precios, seguidos por los cereales con un encarecimiento del 87 %, los productos
lácteos con un 58 % y el arroz con un 46 %. Los precios de los productos cárnicos y el
azúcar también aumentaron, pero en un grado menor. Las recientes e importantes subidas
de los precios de algunos productos básicos indican también una mayor volatilidad e
inseguridad en el contexto actual de los mercados.


Con lo que nos encontramos conque dos de los principales motores del trabajo productivo y del desarrollo económico de Oriente Medio y Próximo se encuentran atascados, gripados por completo y en en el marco de una crisis de infraproducción, esto es, de producción muy por debajo de las necesidades y demandas del mercado lo que provoca una subida exponencial del precio. Así pues, las revueltas árabes no son, ni serán nunca por más que cuatro espantapájaros se esfuercen por poner caretas, ni una expresión de "descontento por falta de democracia" (claro, que de eso aquí nos sobra, ¿verdad?) ó alguna idealización similar de quienes han intentado alejarlas cuanto más posible de la realidad que viven los pueblos de Europa cumpliendo su rol de eternos apagafuegos, ni el judeomasónico y superlativo malvado complot de la OTAN, la UE, los EEUU y los Canteros para expoliar el petróleo de los Estados árabes que vocean a los cuatro vientos algunos que como no saben hacer un análisis político concienzudo y pausado se contentan con montar y reproducir películas de suspense que se merecen un suspenso. Y con esto, que quede bien claro, no se dice aquí que no existan aspiraciones de formas de Estado más parlamentarias entre los pueblos árabes ó que las potencias imperialistas no puedan aprovechar las presentes coyunturas para su beneficio. Se dice lo que se dice, y nada más, es decir, que las revueltas árabes , incluyendo la de Libia, responden a razones socioeconómicas evidentes, y que quien no se dé cuenta de esto, tendría que explicar por qué considera que tales razones si están detrás de unas (Egipto ó Túnez), pero no detrás de otras (Libia). Paradójicamente, quienes celebraban un mes antes la caída de Ben Alí ó Hosni Mubarak a manos de sus propios pueblos se lanzaban a descartar que nada de esto tuviera relación alguna (pese a producirse apenas a unos cientos de kilómetros y en el mismo año de la historia) con Libia y Gadafi. Igual de paradójicamente, quienes afirman que el petróleo libio es un patrimonio popular revolucionario a diferencia del privatizado petróleo de otras oligarquías árabes, olvidan que sólo un 1,8% de la producción nacional se destina al consumo nacional libio (la cual si es distribuida por el Estado), y que las exportaciones están concesionadas a una multinacional británica, lo cual, y no artificiosos embargos ni complots secretos, explica por qué las ganancias de dos décadas de exportaciones del calibre de las presentadas por el gráfico a continuación no han revertido en una mejora cualitativamente sustancial del nivel de vida de la clase trabajadora libia.





 ¿Que por qué? Según estas personas, porque la realidad del Estado libio es intrínsecamente opuesta a la de Egipto, Túnez, Siria ó Jordania, y a lo que se ponga por delante, y aquí es donde entra en juego la segunda de las preguntas esenciales que hacíamos al principio: ¿Qué caracterización puede hacerse del Estado libio?. Aquí es donde llega un importante debate en torno a sus líneas maestras, con dos grandes posicionamientos: ¿Es un Estado capitalista oligárquico, más keynesiano que otros, pero un Estado capitalista y oligárquico igualmente, ó es una manifestación particular del socialismo árabe? Y aquí es donde llegan los listos de siempre a decir las "listadas" de siempre, en resumidas cuentas, que el socialismo tiene algo que ellos denominan como "manifestaciones nacionales". No entiende esta gente y no quiere entender, por más que se lo repetimos, que la teoría marxista del conocimiento no divide éste, como la burguesa, en doxa y episteme, ni en empirismo y racionalismo, sino que parte de la división de contrarios que forman un todo (el conocimiento) en dos, el conocimiento práctico, y el conocimiento racional, abstracto. De estas dos clases de conocimiento se extraen y se conocen las realidades concretas y materiales, y las realidades universales, abstracciones simplificadas de ésta. Así, el marxismo fué capaz de descubrir y desarrollar verdades que son de tipo universal, como la existencia de clases sociales, ó el enfrentamiento entre éstas, pero diferenció claramente que la lucha de clases no ocurría ni se desarrollaba de forma idéntica en todos los países y momentos históricos, y que la lucha por ejemplo, entre la burguesía y los señores feudales no iba a estar relacionada directamente en todas sus formas con la que el proletariado debía librar futuramente con la burguesía.

Así pues, existen muchas clases de socialismo, y muchas manifestaciones diferentes de éste, por supuesto, pero ¿impide esto que podamos dar una definición REAL y UNIVERSAL de lo que es un Estado socialista? Pues no, porque resulta que la tenemos muy clara: El Estado socialista es un estado que concentra los medios de producción en manos del pueblo, es un Estado con un Partido Comunista marxista leninista que representa al proletariado y sus intereses en dicho país, y es un Estado con una posición firmemente enfrentada al imperialismo y a la reacción, y una posición solidaria con las luchas del proletariado de otros países. ¿Tiene el Estado libio alguna de estas premisas , presenta algunas de estas características? El impulso fundamental de la economía libia es el sector privado y exterior, concesionado a multinacionales extranjeras, y la inversión de estas multinacionales en suelo libio fundamentalmente en el sector primario y en la explotación del crudo, su forma de Estado posee una ideología y principios manifestados a las claras en el Libro Verde, que distan y se enfrentan en muchos sentidos a toda concepción del marxismo, y su apoyo a causas internacionales de otros pueblos, como en el caso de Palestina, Irlanda ó la RAF, son hechos históricos del siglo XX y no una realidad presente. Así que quienes pretendan sostener que en Libia se ha desarrollado un "socialismo libio" particular que no es socialismo, pretenden hacernos creer que lo particular puede no responder a las características universales de esa cosa, esto es, que existen caballos que no son mamíferos en algún lugar del mundo, y eso en resumidas cuentas es como dicen en mi pueblo, una simplada.

Raudas y veloces han sido las posiciones que desde el principio del conflicto han lanzado alegatos en favor del régimen y en contra de la intervención internacional desde el parapeto de un supuesto marxismo. Frente a esas posiciones, nosotros decimos que el marxismo es ante todo pura doctrina de clase, y que obviar los condicionantes clasistas que intervienen en todo conflicto humano es una posición tan vieja como gastada y falsa, que divide todo conflicto internacional en "los intereses del imperialismo" y "los intereses de los pueblos" esto es, que vuelve a hacer de una manifestación concreta (la lucha de liberación nacional de las clases oprimidas de un país oprimido) de algo universal (la lucha de las clases oprimidas en todo el mundo) algo prioritaro ó igual a esto último y no supeditado a ello. Esta posición , que el mundo se divide en naciones opresoras y oprimidas y no en clases explotadoras y explotadas que tienen sus propias aspiraciones materialziadas en diferentes formas de Estado y de organización socio económica (capitalismo y socialismo) es tan vieja como casi cuarenta años, los que nos separan desde que Deng Xiaoping promulgó en China la llamada "Teoría de los tres mundos" . Y esa teoría es la que ha estado detrás de todos los confusos y estrambóticos alineamientos cerrando filas de parte de la izquierda mundial con toda clase de oligarquías y de manifestaciones y movimientos políticos carnavaleros, desde la Serbia de Milosevic hasta la Libia de Gadafi, en nombre del socialismo. Y esa teoría, compañeros y compañeras, puede ser muchas cosas, pero desde luego,de marxista tiene más bien poco. La búsqueda de referentes a toda costa en una época compleja como la nuestra donde nuestras ideas revolucionarias son tachadas de utopías lejanas ha creado un psique particular en algunas personas que se arrogan la representación de la izquierda revolucionaria en sí misma que les lleva a ver antorchas que iluminan el sendero donde no hay más que cerillas de luz tenue que se va a apagar bien pronto.

¿ Cuál es , por tanto, una posición marxista sobre el conflicto libio? La que aúna un posicionamiento de liberación nacional de los pueblos en lo concreto con una liberación social de los trabajadores, lo particular con lo universal, y en resumidas cuentas, aquella que rechaza con la misma vehemencia a la oligarquía nacional que a la internacional, a la intervención imperialista y a la explotación oligárquica gadafista. Y de esa posición no nos sacan ni las medias verdades, ni los argumentos engañosos.