domingo, 31 de julio de 2011

El 15-M y su importancia en la reorganización de la resistencia popular (II)

Tenía pensado replantear de nuevo el análisis sobre el 15 M y su importancia como movimiento de resistencia de nuevo cuño en el Estado español, pero he encontrado a alguien con mucha mayor capacidad de análisis que yo, y que viene a opinar lo mismo diciéndolo alto y claro, pese a que lo dice tras unas rejas: Lucio García Blanco, preso político comunista, nos ilustra sobre este particular desde el penal de TOPAS en Salamanca. Con él os dejo, un saludo a todxs.


Me ha extrañado que no me comentarais las anteriores mías, y seguro que no me llegó la postal que enviasteis desde Las Alpujarras andaluzas. (…) Yo sigo bien de ánimo y de salud. Hace unos días me sacaron al hospital de Salamanca a hacerme unas radiografías lumbares con el asunto de la artrosis. Se trató de un chequeo ordinario y aún no me han dado el resultado, pero sigo pegándole a la bicicleta estática 3 días a la semana y dándome unos buenos paseos por el patio. (…) ¿Cómo va por ahí la movida del 15-M? (…) y es que los indignados han tomado la calle inopinadamente, hartos ya de la grave situación política y social que venimos sufriendo. Y con todo lo que me llega, hay una idea general de escepticismo del surgimiento y desarrollo del movimiento. Y saco de memoria: “las movidas están dirigidas por revisionistas o troskistas” “no tienen ningún planteamiento revolucionario” “que esas reivindicaciones no valían para nada” etc, etc; pero eso me lleva a reflexionar que la culpa es del propio movimiento político, que no ha influido en las orientaciones para ganar a los elementos avanzados. Se tenía que haber previsto que todo esto iba a ir en esa dirección. Para mí es evidente que aquí en el estado Español, -ya hasta las encuestas del CIS tenían que reconocer que los españoles consideraban como su tercer problema su consideración sobre la clase política- se ha hablado de rechazo al conjunto del régimen, a sus partidos políticos e instituciones. Que no ha tenido el sentido general de hartazgo de la política y de los políticos en el sentido “anarquista” que muchos le adjudicaban y que sí se está dando en otras zonas de Europa. Porque también ha sido más notable el interés de los trabajadores por la Política y su indignación por los recortes salariales... que les venían imponiendo. Pero no se ha valorado que estábamos ante un movimiento de carácter fundamentalmente político que no se ha guiado por meras aspiraciones económicas concretas o el malestar por los recortes sociales. Esto es algo “superior” a las respuestas dadas hasta ahora en otros países europeos y no es ninguna casualidad que los llamamientos de aquí no hayan prendido en otros sitios. Desde el mismo 15-M que salieron a la calle unas 100.000 personas en 60 ciudades, se pudo ver que se trataba de un movimiento espontaneo y no algo manejado por “revis o troskos”, aunque alguno de esos grupúsculos estén entre los propios convocantes y hayan sido una parte de los que elaboraron las primeras consignas. En mi opinión, estos sectores y otros más atrasados del movimiento fueron sobrepasados por decenas de miles de personas a los pocos días, aunque lógicamente ahí están las reivindicaciones reformistas que propusieron y siguen haciendo. Y también hay que tener en cuenta que la protesta no ha tenido el mismo cariz (sobre todo político) en la Plaza del Sol que en los barrios de todo el Estado. Y que viene siguiendo (en general) una línea progresiva de asentamiento y de cierta radicalización. En mi opinión, el movimiento destaca, en primer lugar, por su carácter político de denuncia de la ausencia de derechos y libertades sociales, reivindicando un mayor marco democrático. Claro que no podemos perder de vista su hetereogeneidad, su inmadurez y la debilidad y ambigüedad de sus primeras consignas. Pero tampoco nos puede pasar desapercibido que estamos ante un movimiento espontaneo de masas, algunas bastante avanzadas, y que con el trabajo del Movimiento de Resistencia, de la solidaridad, de los colectivos antifascistas... podemos ir desarrollando la denuncia de la esencia fascista de la llamada reforma política y del propio régimen, e impulsando la demanda de las verdaderas libertades de expresión, manifestación, asociación... la petición de amnistía, la derogación de la ley de partidos, etc. Aquí es preciso que seamos conscientes de que solo se ha dado el primer paso y será necesario un proceso relativamente largo. Un segundo aspecto o característica del 15-M es que, si bien no apunta directamente al sistema capitalista con consignas o reivindicaciones concretas (estamos ante un movimiento espontaneo), sí tiene un amplio componente ideológico y político anticapitalista, así como una gran parte de gente avanzada que ya ve la necesidad de la lucha por lograr el socialismo. Y es evidente que las cosas también pueden ir evolucionando en la dirección de la aceptación progresiva de un programa estratégico revolucionario. La cuestión es que, viéndolo en su conjunto y en sus rasgos esenciales, el 15-M viene impulsando algunos aspectos políticos y orgánicos revolucionarios, lo que sin duda facilitará la conexión de los revolucionarios con dicha gente más avanzada y un paso para un potente Movimiento Político de Resistencia. Me parece que ya se puede afirmar que se ha iniciado un nuevo ciclo o etapa política e ideológica, produciéndose un salto, tanto en la concienciación como en el desarrollo de los métodos de lucha independiente por parte de muchos trabajadores y otros sectores populares. Todo apunta a que se ha superado la resaca que causó la traición del revisionismo carrillista y el hecho de que no se consiguiese forzar la ruptura con el franquismo, con todo lo que conllevó de desencanto, desmoralización, desorganización y pasividad. Pero como se puede apreciar, el movimiento actual recoge también el espíritu y bastantes experiencias de aquella etapa anterior, y es consecuencia en buena parte de la lucha consecuente que ha venido desarrollando el Movimiento Político de Resistencia durante más de 35 años, contribuyendo a desarrollar la actual y grave crisis de Estado. El hecho de que ese movimiento eligiese conscientemente la fecha de las elecciones municipales para literalmente tomar las plazas de nuestro Estado denunciando la ausencia de libertades y derechos democráticos, así como manifestaciones de protesta frente a los parlamentos y ayuntamientos, gritándoles a diputados y alcaldes “que no les representaban”, supone en realidad un boicot activo a la farsa del régimen, de los partidos políticos, de las instituciones, de las elecciones... Una desobediencia civil organizada que apunta a que se va a seguir desarrollando y que, por lo tanto, a medio o largo plazo podría poner al Estado en verdaderos apuros. En ese sentido es realmente positiva la lucha contra los desahucios y los desalojos de viviendas, habiendo frenado unos centenares; las respuestas de barrios como Carabanchel, Lavapiés... parando las redadas policiales contra emigrantes; o los asaltos colectivos a los grandes supermercados para dotar de alimentos básicos a las familias necesitadas. Y las iniciativas en esa dirección siguen extendiéndose. Otro aspecto realmente positivo e importantísimo de todo lo relacionado con el 15-M, es su organización de carácter asambleario, con el desarrollo de los métodos de la lucha independiente, al margen de los cauces de la legalidad vigente, del régimen, de los partidos políticos y de las mafias sindicales. Esto, contribuirá muy favorablemente a dificultar el control policial, la represión del movimiento y facilitará su fortalecimiento, su independencia política y el desarrollo de las luchas. Pero además, también ha sido y será la medicina contra los reformistas de todo pelaje. La cuestión ahora, es que esos métodos de lucha independiente se extiendan al impulso del movimiento sindical, de los círculos obreros. Si se consolida esas líneas, los vendeobreros quedarán totalmente relegados, sin influencia real entre los trabajadores, y la capacidad de lucha de éstos se agrandará. Los de IU, grupúsculos y plataformas de la izquierda reformista, vienen tratando de apoderarse del movimiento para encauzarlo dentro de los márgenes del régimen fascista, limitando las reivindicaciones a una reforma de la ley electoral y poco más. No obstante, como se ha podido comprobar con el abucheo que recibió Cayo Lara cuando protestaba contra el desahucio de una familia, no lo van a tener fácil. Las importantes experiencias que ha vivido el movimiento obrero y popular en nuestro país desde hace 50 años no han sido olvidadas, siguen latentes, con decenas de ejemplos en estos mismos días. Desde el 15-M las masas populares con su lucha han abierto ya un camino en el que han vislumbrado la posibilidad de avanzar en la conquista de sus legítimos derechos, y va a resultar muy difícil que nadie pueda apartarles de él. Así mismo, el agravamiento de la crisis general del capitalismo (de carácter irreversible), favorecerá cada vez más una respuesta de lucha radical y la demanda de cambios profundos y revolucionarios. Y también irá poniendo a la cabeza del movimiento a los elementos más avanzados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario