El asalto del lunes pasado a la flota de la Libertad por parte del Ejército sionista pone de manifiesto una vez más que el Estado de Israel vive instalado en la práctica permanente del terrorismo de Estado y de la ofensiva militar asesina de continuo.
El pasado lunes, el Ejército israelí atacó con lanchas, helicópteros y cañoneras a la llamada "Flotilla de la Libertad" compuesta por seis barcos que transportaban 10 000 toneladas de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza. El ataque, por medio de la fuerza militar, con la consecuencia del fallecimiento de nueve activistas turcos, y a más de sesenta millas de las aguas territoriales de la Franja ocupada por Israel, viola de forma sistemática la Convención de Oslo ( nulo respeto a las leyes marítimas internacionales), la Convención de Ginebra( secuestro de más de setecientos activistas sin que hayan cometido delito alguno, incluyendo parlamentarios con inmunidad legal a todos los efectos, uso de armas de fuego real contra civiles de terceros países no involucrados en el conflicto) y todas las más elementales reglas diplomáticas y militares.
Una vez más, el Estado sionista, engendro mesiánico nacido en 1948 del especial interés de Washington por asegurarse un aliado en Oriente Próximo que le garantizara el acceso a las ingentes materias primas de la zona, y de Gran Bretaña, que cedió gustosamente su "protectorado" de Palestina a tales efectos, ha demostrado de qué material está hecho. Su ataque es una forma de expresar su propia desesperación al darse cuenta de que para numerosas organizaciones occidentales , ellos se asemejan más a quienes hace sesenta años los exterminaron de forma brutal que a unos paladines del judeocristianismo en una cruzada definitiva en tierras de Saladino. En cambio, la causa palestina despierta cada vez mayor interés y admiración en los foros internacionales , por lo desigual de la lucha y por la justeza de sus reclamaciones, la vuelta al estatus y las fronteras previas a las sucesivas invasiones israelíes de los años 60 y 70. Mientras, ellos siguen esforzándose en borrar del mapa a un pueblo entero a través de las ofensivas militares, los bloqueos económicos y también, de la propaganda. El primer ministro israelí declaraba esta semana que los "activistas vinculados a la Flotilla tenían vínculos con el terrorismo" y que "el ataque israelí se debió a una provocación". En un primer momento, el Ministro de Defensa, Ehud Barak, tuvo incluso el atrevimiento de afirmar que la flota "transportaba armas y material militar a la Franja destinado a Hamás y otras organizaciones terroristas" hechos desmentidos por los propios portavoces militares de Israel.
Las acciones imperialistas de brutalidad de los de la Estrella de David no les dejan sólo a ellos en evidencia. Mientras toda la "progresía" mundial salía a las calles para protestar por el ataque, junto a los revolucionarios conscientes que siempre hemos apoyado a Palestina, sus Gobiernos continuaban enviando material militar al Estado de Israel, que es estimado como la quinta potencia militar mundial pero es solamente en cuadragésimo noveno productor de armamento. Gobiernos como el español, el alemán y el norteamericano (sus tres mayores proveedores de menor a mayor importancia) son responsables directos del ataque y de sus consecuencias trágicas. Ahora no vale llorar y decir que no lo sabía. Las exportaciones militares españolas a Israel ascienderon a 2500 millones de € el año pasado, desglosados en pistolas, granadas de fragmentación y cegadoras, defensas y material antidisturbio, y fusiles de asalto G5, material todo el fabricado en las industrias de Vitoria y exportado vía puerto de Santander.
Así mismo,no se puede olvidar que el Estado de Israel posee un número desconocido de ojivas nucleares y atómicas , de las cuales no se conoce ni su cifra , estado, ni potencia, al haber sido suministradas por la Administración Bush padre y negarse Israel a suscribir el Tratado de Desarme Nuclear y a las inspecciones de las Naciones Unidas desde 1987. Por un poco menos que eso, un Estado de la región fué hace un lustro invadido por los USA y sus aliados. Pero ya se sabe, Israel es la única democracia de la región, y además sus soldados son "el ejército más moral y humanitario del mundo" Ehud Barak, durante la operación Plomo Fundido de Diciembre Enero de 2008/2009, que costó la vida a 1470 palestinos, entre ellos trescientos niños.
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